1 de Noviembre de 2017
Taranto,
No es que nos haya gustado especialmente esta ciudad, esperábamos mas de su casco histórico, muy derruido abandonado a su suerte en manos de marginales, como en todas las grandes ciudades existen esos barrios, pero es chocante ver como aquí se han establecido, en el casco antiguo, han conseguido con ñas décadas que los palacetes y edificios mas bonitos de la ciudad, con la arquitectura mas barroca de la época de esplendor de la ciudad. No tenemos fotos aunque paseamos mucho rato, temíamos sacar la cámara, en algún momento nos preguntamos como nos hemos metido aquí si somos listos...
Las torres circulares claramente Aragonesas.
Puente que se abre indistintamente para ambos lados, se usa poco pero nos dicen que esta en servicio, sirve para unir el mar picolo con el mar grande.
Este Capitán de la Armada, contaba la historia del castillo con gusto, contestando a tantas demandas se le hacían, al salir le comente que eramos españoles, nos contesto que este Castillo habla español.
El castillo es punto y aparte, con entrada gratuita y guiada por la armada Italiana que esta al cargo del edificio, muestran y explican todo lo relacionado con el monumento, reformado y amurallado por aragoneses, han pasado por aquí, Romanos, Griegos, Normandos, etc, es grato ver como se a reconstruido y llegado a capas históricas de asentamientos fenicios en los cimientos, sabiendo que la zona a estada habitada ininterrumpidamente milenios
Cañones reales de la época, son Españoles, 
Bajo la bandera se observa el escudo del Rey de Aragón, lastima la bandera de arriba, una pena de perdida del imperio Español, aunque en esa época España no existía.
Grandes aperturas para la salida de humos de los disparos de trabucos y arcabuces.
Las iglesias interesantes se encuentran en la parte antigua y marginal de la ciudad.
La parte moderna no merece escribir, nada que no tenga ninguna otra ciudad de tamaño medio de cualquier sitio, tiendas, souvenirs, avenidas, luces....