16 de septiembre de 2018
Esto se acaba, llevamos ya días, yo al menos que cada milla que hacemos al Oeste, mas me deprimo, es verdad que veremos a amigos que dejamos en Italia hace 6 meses y que tenemos cosas que preparar, reparar e instalar para la próxima temporada, pero siento que podíamos haber aprovechado un poco mas, siempre un poco mas, la próxima temporada retrasaremos mas la llegada y anticiparemos lo que podamos para partir antes, la meteo dirá...
Volvemos a calzarnos los chalecos que llevan una radio baliza personal, gracias a que no llevamos bandera española.
Volvemos a izar la bandera Italiana.
Santa Maria de Leuca no es ningún destino que deba estar en la lista de visitables, simplemente esta bien situada si no quieres navegar de noche y pegarte la paliza, Otonoi, Crotone, que la hemos hicimos a la ida a Grecia en conserva con nuestros amigos, del Calma, Regina y Tritón, esta vez queremos navegar mas relajados, quitarnos la noche, la travesía con un viento de entre 10 y 18 nudos por la aleta, hacia que el barco navegara a buen ritmo, a sido la primera vez que hemos navegado a vela tanto tiempo y tan rápido, a sido una buena prueba la mar de un metro movía el barco algo, pero hicimos vida normal, bastante cómoda diría yo, leyendo, siestas, pelis y todas las alarmas puestas, no hay un alma por la calle, tengo la sensación de que somos los únicos y los primeros que damos por terminada la temporada, la navegada se interrumpe por atún que pica, vamos rápido y el carrete no puede, yo casi tampoco, mientras quito velas el atún se lleva mas de 50 metros de sedal, finalmente podemos traerlo hasta la banda y para su suerte, se rompió el quita vueltas que lleva el sedal,
así que hay un atún que porta una señal de guerra en la boca, inmediatamente sustituyo el engaño y largo de nuevo sedal y velas, no transcurre mucho tiempo hasta que el sedal vuelve a salir disparado, lo llevo bastante frenado y el hilo sale a mil, vuelvo a recoger velas y solo dejo la mesana, voy al carrete y al intentar recuperar hilo me doy cuenta de que lo que hay tiene fuerza y tira bastante, debo ayudar al carrete metiendo hilo con la mano, aun así debo quitar la mesana y la dejo tipo mantel, para que la velocidad disminuya, pero la mar hace difícil la maniobra, pero al fin lo subimos, hemos perdido mas de una hora entre subirlo y desguazarlo, con mar y bastante meneo, comeremos atún mas de una semana a todas horas y todas formas, plancha, horno, guisado, ensalada, no volvemos a tirar el señuelo por que debemos recuperar tiempo perdido, los días se acortan y si pescamos otro no nos podemos permitir perder otra hora y llegar de noche al puerto, así que volvemos a volar, que tranquilidad, el barco se apoya en el viento y se hace cómoda la navegación, el antifooling que pusimos llega a este final de temporada en perfecto estado, no habíamos navegado con el barco tan limpio nunca, nos damos cuenta que no somos tan lentos, mientras vemos barcos rizados nosotros aguantamos todo arriba con mas de 20 nudos de través y descuartelar, adelantamos a algunos y otros a nosotros, con brisas no vamos bien son 13 toneladas cargados y necesitamos mas que una brisa para movernos, aunque lo hemos hecho, arastrandonos a 2 nudos durante mucho tiempo...por que lo tenemos, ya viendo las torres de gas de Crotone...
me decido a tirar de nuevo el sedal, no pasa mas de media hora y oímos la alarma del carrete, voy al carrete y gano hilo sin dificultad pienso que a sido una bolsa de plástico, pero de vez en cuando noto peso, me decido a recuperarlo todo una vez recojidas las velas otra vez, cuando esta a 50 metros veo que hay algo pero apenas pesa, pensé que seria un pez tan pequeño que el carrete no trabaja nada, cuando esta a 20 metros veo que no pesa por que va fuera del agua, joder es un pez espada de mas de un metro, alucinamos, no habíamos pescado ninguno jamas, extremamos las precauciones por que la espada la mueve como Curro Jimenez su navaja y puede hacernos daño, aun así lo subimos y liamos en una toalla vieja para que no nos ataque, esperamos a que muera para desguazarlo, no es lo mejor pero lo primero es nuestra seguridad.
Llagamos a puerto, nos encontramos con viejos conocidos, Pascuale, Giussepe nos dan la bien venida desde la señal verde del puerto, nos indican nuestro amarre, abrazos, preguntas, alegría de vernos de nuevo, tristeza al ver las amarras que sujetan el barco, cual soga a su ahorcado, sentimientos encontrados, vida de invierno, se acabo nuestra temporada.
Recién llegados a Crotone, con Perla, que la trae nuestro amigo Emiliano.