9 de Mayo de 2018.
Parga.
Tiene dos calas, una grande donde hemos fondeado nosotros,
con un pequeño puerto donde entran algunos veleros, tres o cuatro a lo sumo,
algún pescador con sus barcas tradicionales y un barco sacaturistasdepaseo, por fuera del espigón también hemos visto dos
barcos un velero y un yate a motor de 50 metros, al ancla con cabo a tierra
ambos, en la cala pequeña más cerca del pueblo,
hay un muelle donde atraca el ferry o los ferry, en plena temporada,
ahora en Mayo te dejan atracar de costado al muelle lateral por que el ferry
solo usa la punta del muelle, también
hay fondeo para un velero de 15 metros
más o menos, justo frente a la playa, a
nosotros nos a parecido pequeño y no quiero estar pendiente del barco todo el
día, así que en la bahía grande con fondo de arena de entre 4 y 8 metros hemos
estado tres días bastante bien, protegido de Norte, Este y todas sus variantes.
En la cala grande hay una playa, entran muchos barcos, el fondeo es seguro, referente a al pueblo,
poco que comentar, visitamos una capilla aislada en una isla muy cerca de la
cala pequeña, pintoresca de donde sale agua potable que viene del continente,
de las montañas, pasa por debajo del mar y sale en esta isla a la cual se llega
a nado desde la playa, tiene un pequeño embarcadero donde dejar el Dingui, desde
el pueblo se accede a un enorme castillo que se puede visitar gratuitamente muy
bien conservado, bonito, digno de una visita rápida, el pueblito, es caro y
enfocado al turista, otro de esos pueblos fantasma en invierno, que no por ello
dejamos pasar.
Two Roks Bay, o la cala de Javi,
Miss Regina, en algunas guías viene así descrita pero es una de las calas que
se encuentra en la bahía de Alonaki, no parece tener mucho interés sobre el
papel pero hemos estado cómodos dos días, solo desprotegida de Sur y con fondos
de arena es muy segura, cerca se encuentra una cueva donde hemos entrado con la
auxiliar, el lugar no tiene ninguna construcción, lo único a destacar es solo
eso, que no es poco, supongo que aquí no han llegado los promotores Españoles a
cagarla bien, reconforta ver que hay lugares en los que tener terrenos salvajes
como hace cientos de años si no más, verlos como eran, como los han visto miles
de navegantes antes que nosotros cuando pasaban por aquí, Romanos, Etruscos,
Egipcios y como no Griegos de siempre, este es su mar.
Aquí nos a caído una de las
tormentas más bestia que recuerdo en la mar, ósea en el barco, sin
viento al menos y fondeado, pero el agua a caído desparramándose del cielo como
si la empujaran, rayos dentro de la misma bahía, y los truenos increíbles uno
de ellos cuando fui a quitarle el tapón a la auxiliar para que no se hundiera,
he desconectado machetes de baterías, no quisiera que se me jorobara la
nuevísima electrónica de abordo. La otra tormenta de la que si me acuerdo bien,
no forma parte de este viaje, por eso no la contare, pero fue navegando en mi
tierra y nunca la olvidare, quizás monte un apartado en este blog, con cosas pasadas
en otros barcos, en otros momentos… de momento trabajo e cuesta hacer este.