27 de Octubre de 2017
Aprovechamos que nos han
dejado un coche en custodia, una pareja de navegantes franceses, Marie Jeanne y Alan, que salieron de
Crotone hacia Corfú, donde no han tenido suerte tras una serie de averías
vararon el barco en la misma bocana tras una parada de motor. Como había llovido
los días anteriores pensábamos volvernos con un camión de setas…
Un patrimonio natural y
paisajístico donde la diversidad de los paisajes, la variedad de las especies
animales y vegetales y la belleza de los lugares han hecho oportuna la creación
del Parque Nacional de la Sila para tutelar sus tesoros.
Hay que ver los
numerosos pueblecitos de la zona: algunos antiguos y ligados a las tradiciones
del territorio; otros, más modernos, dotados de infraestructuras y con una
fuerte vocación turística. Lo que todos ellos tienen en común es la belleza de
un paisaje que parece suspendido entre el pasado y el presente, entre tradición
y modernidad. Comenzando por Acri, también llamada “la puerta de la
Sila” debido a su situación a los pies del altiplano, en la provincia de Cosenza, alberga las ruinas de un castillo feudal, el Palacio
Sanseverino-Falcone, el Palacio Julia con la gran biblioteca y el Palacio
Spezzano.
Destaca también San Giovanni in Fiore, la localidad con mayor población de la Sila, cuyo centro presume de numerosas iglesias, como la Abadía Florense y la Iglesia de Santa María de las Gracias.
En los alrededores se encuentra Castelsilano, cuyo territorio está lleno de manantiales naturales, algunos de aguas sulfúreas que no encontramos y setas tampoco, lo que si encontramos fueron agujetas al día siguiente.