jueves, 19 de octubre de 2017

Santa Severina, pueblo medieval de la provincia de Crotone






28 de Septiembre de 2017



Santa Severina es un pueblo medieval, situado en el centro de la provincia de Crotone y cerca de las montañas de Sila en el medio de un paisaje montañoso agradable, con el río Neto que corre a través de su territorio de unos 10 km. Cogemos nuestra MOTO, si MOTO con mayúsculas.













La ciudad está situada en un acantilado en el centro de un amplio valle que lo hace ver como un gran barco de piedra.




 La restauración del castillo medieval esta muy conseguida y mejor mantenida.


 Pavimento original que hemos visto en otros castillos y construcciones de la época.


 Dentro encontramos simulaciones de trajes de la época, algunos realmente llamativos.



Y este escenario se abre a la vista del gran arqueólogo Paolo Orsi, que en las primeras décadas del siglo pasado se unió a ella para estudiar los grandes campos artísticos y culturales de un antiguo pasado que caracteriza su historia.


 Estos techos, por lo leído son originales, se ve claramente donde vivían los jefes y donde el servicio, igual que ahora no hay diferencia, las comodidades saltan a la vista.




 las criptas están en excavación permanente, hay una necrópolis debajo del castillo, estos no son recreaciones.



Las grandes civilizaciones mediterráneas y europeas han afectado a la historia de Santa Severina dejando cada uno de ellos traza, artefactos, monumentos, bienes que son ahora para todos nosotros, el patrimonio de la humanidad.




 Laure, estas fotos son para ti, que te recuerda?






 Estuvimos de suerte, no sabemos muy bien como, una pareja que hablaba con un monaguillo, consiguió que les abriera una iglesia pegada a la que esta abierta



Y nos pegamos a ellos como si fueramos juntos, el caso es que nos perdimos la explicación en Italiano a toda ostia, pero pillamos que era la iglesia original, con mas de 1000 años y que las columnas son las originales, los romanos la arreglaron un poco.


 Aquí se ven los capiteles diferentes de la restauración romana.


En el centro una pila bautismal, a veces sin querer pasan estas cosas, al final le dimos unos euros al monaguillo y contentos todos.



 Nos despedimos del pueblo con una buena comida local.