miércoles, 2 de agosto de 2017

Cerdeña Sicilia, no fue solo un paseo travesía movida




27 de Julio 2017



Sabíamos que al salir teníamos un parte de entre 15 y 20 nudos, llevábamos unos días en puerto y ya teníamos ganas de sal, pensamos en aprovechar las horas de viento que pudiéramos porque a la noche tenía que calmar y al día siguiente a motor, de modo que salimos con trapo y una vez  pasado el cabo de Carbonara, ya teníamos los 20 nudos y ola de 1 metro, andábamos bien, al poco rato y al perder sonda la ola de 1 metro ya va por 1,5, y las pocas millas y arreciando la ola establecida de 2 metros por la amura de estribor, como siempre corta y seguida, incomoda, a las 6 horas teníamos que tomar una decisión, esto no calmaba y ya habíamos embarcado dos olas que rompieron en el costado, y aunque el barco aguantaba sobradamente, en la tripu había dudas, decidimos continuar, pues no sabríamos cuando una ventana como esa se presentaría de nuevo, aunque lo pasamos regular hicimos bien, a las pocas horas fue calmando el viento y finalmente pusimos motor con 14 nudos por la aleta, yo era reacio pero habíamos jorobado la media con las 12 horas de vela, ya que íbamos con trapo recortado, la conclusión es que nosotros llegamos a ver 32 nudos en alguna racha, y no bajo nada de 25 nudos mantenidos, demasiado para nuestro gusto, pero no siempre puedes elegir, sencillamente orientas tus velas, te haces fuerte en bañera, traje de agua, chaleco, línea de vida y todo cerrado.

 El rumbo esta claro.

 Si alguien sabe que es el icono del pájaro en la isla de Marettemo que lo diga.

 Marettemo es una isla que dejas a Er de camino a Favignana, cuando la avistas parece la isla del tesoro de cualquier película.





 Arribada al pueblo, cansados, hambrientos, falta poco para tirar el hierro.


 Estos aparatos se pasean tocando la bocina a 40 nudos, en dos minutos los tienes encima.



La isla elegida para la arribada fue Favignana, parecía que tendría un fondeo al fondo junto al puerto, como indican las guías Seek y Navionics, pero después de 32 horas de travesía, sin dormir, etc, al meterme no me vi con ánimos, me pareció una ratonera y me fui fuera, al comunicarlo a Javi, pensó lo mismo que yo y fondeamos fuera, prácticamente en el mar abierto, el tráfico era intensísimo, de Ferris, mercantes, recreo, lanchas, veleros y yo que sé que más, olas y olas, bamboleo y bamboleo como dice la canción, pero me fui a dormir y no me entere de nada.

 Los antiguos angares para atunes donde esta el fondeo al que no fuimos.

 Pudieran ser de barcos.

 El puerto.


 La improvisada escalera.



Bajamos a tierra, el pueblo en si es un lugar turístico, como todos, es Agosto y domingo, un castillo en lo alto de la única montaña al que hay que subir caminando 2 horas, a 40º, esta vez pasamos. Nos vamos a Lavezzo.

 Podéis encontrar mas información en el blog de Javi http://veleromissregina.blogspot.com.es/   y sobre la ciudad o pueblo en la pestaña “ De turista a viajera “ que edita Marie.



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